La inolvidable serie Borgen, diseño como el de House Doctor o la creación del termino Hygge como forma de vida que disfruta de los pequeños momentos, nos han cautivado, entre otras cosas, para visitar la ciudad de Copenhague esta Semana Santa.

Mientras buscábamos opciones de alojamiento, llegó hasta nosotros el Hotel SP34, un icónico Hotel recién reformado que representa el nuevo lujo bohemio y cuyo curioso nombre hace referencia a las iniciales y número de la calle en la que se encuentra, 34 de Sankt Peders Stræde.

Desde el bullicioso barrio latino, detrás de sus paredes, no puede haber mas sensación de recogimiento. El estilo escandinavo, en su estado puro, prescinde de cualquier artificio, rozando incluso la austeridad (por momentos, me ha recordado al espartano apartamento del Capitán alemán de la Stasi, que espía a una pareja, en la maravillosa película «La vida de los otros»)

Como dijo el escritor Antoine de Sant Exupèry, La perfección no se alcanza cuando no hay nada mas que añadir, sino cuando no hay nada mas que quitar. Seguramente esta y no otra, es la esencia del estilo escandinavo… y por supuesto, de este Hotel.

Sus 118 habitaciones, 3 restaurantes, 1 pequeño cine y un salón de congresos conectan entre sí a través del legado de la tradición del diseño danés de uno de sus máximos exponentes, Arne Jacobsen.