La frescura del «Greenery» que nos ha acompañado las últimas temporadas, con sus exóticas hojas de Monstera o Bananero, ha dado paso al brillante y otoñal mostaza, que ilumina todo lo que toca.
A pesar de parecer un color difícil, acompaña con la misma facilidad, tanto gamas cromáticas intensas (azul noche, petróleos, púrpuras…) como pálidas (blanco, nude…) aportando individualidad, ingenuidad y creatividad a los espacios.
Su fuerte y ligeramente «spicy» personalidad, focaliza las miradas creando combinaciones de alto impacto. Para ello solo necesita aparecer en pinceladas.
Las butacas y sofás son sus mejores aliados, y el terciopelo potencia sus brillos, sin olvidar cortinas, cojines o plaids para transformar de un plumazo el ambiente de una habitación.
Su vitalidad hace que anime cualquier salón o Suite, ademas de ser un color ideal para las habitaciones de los adolescentes.
Ya habéis pensado con qué accesorio de este color os vais a atrever en casa este otoño?
Feliz semana!
*Las imágenes que aparecen en esta publicación, y no se especifican como propiedad de la autora, pertenecen a redes sociales.