En la calle Enric Granados, una de las mas emblemáticas del centro de Barcelona, con sus galerias de arte, anticuarios, talleres en los que especializados artesanos realizan exquisitos productos a medida y acogedores restaurantes nos ofrecen sus mejores recetas, está ubicado el edificio de arquitectura protegida en el que acometimos el gran reto, no solo de cambiar su estructura de pequeños espacios, a pesar de los casi 150 m2 de los que disponía, sino también de descubrir y recuperar tesoros escondidos, como el suelo de mosaicos Nolla, caracterizado por la disposición geométrica de pequeñas piezas de colores, o las cornisas y florones de los techos, ademas de acompañarlos con molduras y zócalos en las zonas nobles, que probablemente se habían retirado en las sucesivas reformas.
Estado original
La unión de espacios en cocina – salón, junto con la creación de un único espacio para la Suite, fueron las claves, acompañadas por el aumento de tamaño de ambos baños.
Plano original
Propuesta
La recuperación del centenario suelo de Nolla fue emocionante a la par que laborioso. Retirar las baldosas que cubrían el mosaico, produjo roturas de piezas muy difíciles de sustituir.
Todas las puertas y ventanas originales se rehabilitaron al igual que las cornisas de escayola.
El grandísimo trabajo que realizaron todos los profesionales y artesanos que intervinieron, hizo, que como siempre, mereciera la pena toda la energía, dedicación y pasión que pusimos en este proyecto.
Galeria de detalles del proyecto
Las imágenes que aparecen en esta publicación, pertenecen a la autora de la misma.
